1º en el Seikatsu Gakuen: lunes 8 de mayo de 2006

martes, 31 de marzo de 2009

Después de aquello, casi no volví a salir de casa. Llegó el domingo y tuve que volver al Seikatsu. Una vez en la habitación, Shizuka me habló de su nuevo novio: «¡Es tan guaapo...! ¡Y tan simpático...! Por cierto, ¡qué bien lo hiciste en el karaoke! No conocía esa faceta tuya...»
Al día siguiente, a la hora de comer, busqué con la mirada a Yûichi: nada, no estaba. ¿Qué le había pasado? Podría estar en cualquier otro sitio, pero... me daba mala espina.
-¡Oh! ¡Ryosuke-kun! ¿Sabes dónde está Yûichi?
-Hace unos días que no lo veo, no sé dónde estará. ¿Estás preocupada?
-Eh... bueno, un poco. Es que me lo encontré el otro día y fui un poco desagradable con él.
-Ah, ya entiendo...
-¿El qué?
-La última vez que lo vi parecía bastante enfadado, y no sé por qué... Ya está claro.
¿Se había molestado por mi comportamiento? Seguramente. Lo llamé al móvil, pero nada...

Cuando terminaron las clases, Ryosuke me dijo que Yûichi estaba enfermo (nada grave, pero debía estar en reposo) en su casa. Le pedí que me dijera dónde vivía y me fui directamente para allá. Debí haberme cambiado de ropa, porque todo el mundo miraba mi uniforme: el Seikatsu es famosísimo, por lo que veo.

Yûichi vivía en un barrio... digamos que de clase alta (es lógico, es un alumno del Seikatsu). Su casa era enooorme y cuando llamé a la puerta, me abrió una mujer que parecía ser la criada (o sirvienta, o como queráis llamarla). La mujer me condujo, a través de pasillos y más pasillos, al cuarto de Yûichi. (¡Pedazo de cuarto!)
-Eh... Con permiso... Soy Megumi... ¿Puedo pasar?
-... -No obtuve respuesta.
-Pase, señorita, pase.
-Gracias... Eh... Hola... Ryosuke-kun me ha dicho que estabas enfermo y he venido a verte... ¿Qué tal estás? Mira, te he traído los deberes (me los han dado los de tu clase) y una chorradita.
Me acerqué hasta su cama. Ya no parecía que estuviera muy malo (mañana o pasado volvería al Seikatsu).
-¿Me puedes explicar lo del otro día?
-Eh... -Me quedé ahí de pie, con el regalo y las hojas en la mano.
-Misaki se creyó que eras mi novia y me mandó a la mierda en cuanto te fuiste.
-¿Se llama Misaki?
-¿Eso es lo único que te importa?
-Ah, no... Lo siento, no era mi intención. Es que estaba un poco enfadada y te vi, y me enfadé más, y... Si quieres, yo misma llamo a Misaki para aclarar lo ocurrido.
-No seas tan formal. Y no te preocupes, la muchacha no era para tanto. -Vaya-. Eh... quiero decir que era un poco egocéntrica y me llevaba de compras de aquí para allá... Claro, como es tan, tan rica... -Habló... Aquí, menos yo, todo el mundo es rico.

-Bueno, a ver qué me has traído... -Prosiguió Yûichi-. Ogh, deberes de Inglés... Siempre hay deberes de Inglés...
-Y te he traído una pulserita. La vi en un puesto por la calle. Sirve para darte buena salud. Estaba entre esa y la del amor, pero la de la salud es más apropiada, ¿no? -No debí decir eso del amor...
-Mm... Sí... ¿Me ayudas a ponérmela?

Estuvimos un rato hablando y riéndonos, y luego me fui a casa. No me preguntó por qué me había enfadado en realidad, y se lo agradezco... Ni yo misma sabría explicarlo...

1 comentarios:

S dijo...

Hola!!
soy yo otra vez xD
yay~ me gusta el nikki de Megu-chan jeje si que se nota que se gustan...
aii siguelo prontito pliiis, quiero saber que pasa con Yuuichi y Megumi jeje